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Editorial de la Directora de la ASEEDAR-TD Edición Digital
Enferm. anest.-reanim. ter. dolor (Internet) Vol.5 nº1 2020 / ISSN: 2529-9670
Autora: Antonia Ballesteros, A.1
1. Directora de la revista Enferm. anest.-reanim. ter. dolor (Internet) Vol.5 nº1 2020
Contacto: revista@aseedar-td.org
Editorial difícil sí, pero a la vez llena de esperanza la que me toca escribir en esta ocasión.
Todas estábamos deseosas de éste 2020, año de las enfermeras y matronas…jamás pensamos en que se nos visibilizara de esta atroz y descabellada manera, con pérdidas de vidas humanas, con falta de material para realizar nuestros cuidados con seguridad para nuestros pacientes y nosotras mismos.
Con miedo, sí, miedo de contagiarnos, de contagiar a nuestras familias, de que nuestros pacientes no pudieran ser atendidos con la excelencia que se merecen en nuestros cuidados, miedo de que estuvieran solos en sus últimos momentos.
Con ansiedad, sí, mucha ansiedad de estar en casa, cuando necesitábamos ese tan ansiado descanso, ansiedad, de no estar en el hospital todo el tiempo, dando lo mejor de nosotras hasta el agotamiento físico y moral.
Con mucho estrés, sí, todas ciertamente, pero más todas aquellas compañeras que no habían estado nunca en una UCI o en una planta de infecciosos y que de esta manera tan abrupta tuvieron que estar, todas aquellas, que se han tenido que trasladar a otras comunidades donde hacían tanta falta, sin saber dónde podrían alojarse o cómo sobrevivir sin el cariño de sus allegados, pero lo hicieron sin importar sus circunstancias personales.
Viviendo con dolor ( reconozco haber llorado cuando mis vecinos aplaudían, porque jamás he pensado que lo mereciera en primera persona, yo salía a aplaudir a todos los que estaban trabajando para darnos un servicio, porque sin ellos, nuestras necesidades más básicas no hubiesen estado cubiertas, a los que estaban en casa, sin quejarse, haciendo, lo que decidieron era mejor para todos) y orgullo, esos aplausos, que nos daban aquellos que nos han considerado heroínas, sin nosotras sentirlo y ni tan siquiera quererlo, sólo hemos hecho nuestro trabajo, con toda nuestra humanización, como siempre hacemos.
Aprendiendo sin tiempo a trabajar sin medios, a reinventar unos EPIS que en muchas ocasiones se improvisaron con lo que teníamos más a mano, hasta que llegaron los de verdad.
Reinventándonos con circuitos, protocolos, cuidados…reinventándonos nosotras mismas, a nuestros hospitales, nuestros centros de salud…todo el sistema ha sido sacudido y reinventado.
Aprendiendo, buscando la mejor evidencia sobre cómo cuidar a nuestros pacientes. Sin tiempo para ello, pidiendo ayuda a nuestras enfermeras docentes de universidades en estos menesteres, ellas ofreciéndose a esta ayuda, sin que nadie se lo pidiese ofreciéndose a su reincorporación al ámbito asistencial sin importarles las consecuencias del sistema.
A nuestros alumnos de cuarto de carrera, que, sin haber obtenido el título, han demostrado con creces estar a la altura, superando las más altas expectativas.
Permitirme y perdonarme, por hablar en femenino, pero soy, y somos, ENFERMERAS y lo pongo con mayúsculas, porque siempre me he sentido muy orgullosa de serlo, pero en esta ocasión, me siento muy pequeña ante tan grandes compañeras, ante todas vosotras que habéis demostrado ampliamente, lo que es SER UNA ENFERMERA. Reconozco, que me embarga la emoción escribiendo estas líneas de mi editorial, pero soy una privilegiada al poder expresarme, e intentar transmitiros lo que muchas hemos sentido, somos fuertes, somos enfermeras, pero ahora y utilizo la voz de nuestra entrevistada nos tenemos, os tenéis que cuidar a vosotras, a nosotras mismas.
Tenéis todo el reconocimiento de nuestra gran asociación Aseedar-td y nuestra eterna gratitud por haber sabido estar y luchar como sólo una enfermera sabe hacerlo.
Por decisión de la editorial, hemos decidido no publicar en este número ningún trabajo de investigación sobre el Covid-19. Inciso en nuestra vida, nuestro trabajo sigue y merece la pena todo el gran esfuerzo que han hecho, tanto los autores, como los revisores, para que éste número salga y luzca en un momento de incertidumbre del que todos esperamos pase pronto y con las mínimas secuelas posibles, nada será igual que antes, lo sabemos; pero lo superaremos como otros antes lo han hecho.
Publicamos un trabajo cualitativo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
Santander. Me consta, el gran esfuerzo que han realizado hasta llegar a salir en nuestra revista. Surgido desde la inquietud de un grupo de enfermeras del área de reanimación acerca de la valoración del dolor. Un trabajo, interesante y educativo.
Desde el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau, Sant Quirze del Vallès nos hablan de un nuevo concepto de cuidados enfermeros pre y postoperatorios: la Prehabilitación, a través de un estudio piloto, cuyos resultados pueden llevar a la instauración de este programa en el hospital, ésta es la línea, investigar e innovar.
Cómo el uso de la aromaterapia, para reducir el dolor del parto, llega desde Granada a través de una carta a la Directora, aportando diferentes enfoques en el tratamiento de nuestros pacientes.
En Hospital Universitario de Son Espases en Palma de Mallorca, han desarrollado un protocolo de cuidados enfermeros en la paciente intervenida de cirugía de cáncer de mama, cuyo desarrollo metodológico nos puede orientar hasta la consecución correcta de un protocolo.
El Complejo Asistencial Universitario de León (C.A.U.L.E.), nos presenta un estudio conforme a cómo la utilización de material fungible, vienen supeditada por la variabilidad individual, de los profesionales que intervienen en el procedimiento anestésico, según deducen en sus conclusiones.
Reproducimos la nota de prensa que Grünenthal tuvo la amabilidad de publicar en distintos medios el día de la enfermera con motivo de nuestro homenaje, el doce de mayo.
Nuestro eterno agradecimiento, para Ana Verónica Medina Rodríguez, por ser valiente, por contarnos en primera mano, cómo esta terrible pandemia ha afectado a los pacientes, ella lo es; de dolor crónico, con sutileza, pero contundente en su manifiesto, como ella reconoce el dolor manda. Necesitamos más valientes como tú Ana, para poder ayudaros más y mejor. Gracias.
Para finalizar, os dejamos la entrevista a Rosa María Alberdi, primera enfermera en ser Doctora Honoris Causa de la historia de España. Descubriréis que es mucho más, y por toda su trayectoria, es eso, una gran líder, ciertamente cercana. Un broche de diamantes para un momento en el que sus palabras nos ayudaran a nombrarnos.
Como siempre, animaros a compartir vuestros trabajos, autores nóveles o no tanto; porque la difusión del conocimiento es una responsabilidad compartida, que establecimos cuando decidimos dedicarnos a esta profesión nuestra y es la oportunidad de hacernos realmente visibles.
Desde el Comité de Redacción, el Consejo Editorial, Consultores Nacionales e Internacionales, esperamos nos hagáis llegar todas vuestras sugerencias de mejora y agradeceros de antemano el que ésta sea un proyecto participativo de todos los enfermeros que nos dedicamos a la Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor.
Esperanzados al cierre de esta editorial, tras la aparición de Carmen Ferrer Arnedo, jefe de servicio de atención al paciente del Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid, por su participación en la Subcomisión de Sanidad y Salud Pública de la Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción tras el Covid-19 que se ha constituido en el Parlamento español, al dar visibilidad a la profesión enfermera con tanta elocuencia y profesionalidad. Os adjuntamos el link donde podréis encontrarla:
Os esperamos
Antonia Ballesteros
Directora de la revista Enfermería de Anestesia Reanimación y Terapia del dolor